
Eva María Duarte (Buenos Aires.1919 - 1952)

“Nuestra voz ha sido escuchada. Gracias a la revolución y a nuestro líder se han reconocido al fin los derechos políticos que durante tanto tiempo nos fueron negados. Ahora podemos votar. Mujeres compatriotas, amigas mías, ¡sepamos también votar!”
“Evita”, fue la política que permitió establecer derechos fundamentales para todas las mujeres de nuestro país. La 1° dama de la Nación Argentina, de espíritu rebelde, organizó asambleas, publicó manifiestos y arengó a las trabajadoras a dar visibilidad al reclamo por sus derechos. Politizó a las mujeres y feminizó la política.
Uno de sus logros más destacados fue la promulgación de la Ley de sufragio femenino. Congregó una movilización frente al Congreso el día del tratamiento en la Cámara de Diputados. Y luego de la sanción de ley el 13 de septiembre de 1947, que tomará vigencia en el 1951, Evita funda el Partido Peronista Femenino, construyendo un fuerte poder político de la mujer a mediados de SXX.
También trató públicamente la problemática sobre la falta de reconocimiento y retribución económica de las labores domésticas, advirtiendo la explotación a la que se someten las mujeres dentro del hogar. Y en 1950 creó la Fundación Eva Perón, dedicada a proporcionar ayuda social, creando hogares, escuelas, hospitales, la famosa Escuela de Enfermeras y proveedurías de alimentos.
Evita había hecho, sin ocupar ningún cargo, más que todos los hombres gobernantes por los derechos de las mujeres, les niñes, les ancianes y les trabajadores. Su participación en la política nos abrió el camino a todas para poder estar hoy a la par de cualquier hombre. Fue una adelantada de su tiempo, una feminista sin saberlo. Evita nos dio el voto y con él la posibilidad de expresarnos.
Actualmente, la representación de las mujeres en la política todavía está rezagada. En 2015, únicamente el 22 por ciento de todos los escaños parlamentarios nacionales estaban ocupados por mujeres, lo que representa un ligero aumento desde el 11,3 por ciento observado en el año 1995.
A su vez, la pobreza, uno de los mayores desafíos de este tiempo, afecta de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, a su salud, empleo y seguridad.